
Pensamientos random de domingo. Mi cerebro procrastinando
Amanezco y amenazo al mundo con tener un gran día productivo. Hoy debo crear una conferencia nueva; no obstante, mis amenazas poco le importan a mi cerebro, mi mente; rebelde como mi alma, hoy decide desobedecer mis órdenes y decide ser un vagabundo.
En la terraza de fondo suena mi lista de ópera favorita en Spotify y todo sucede con su sonido mezclado con el trineo de los pajarillos, aquí me encuentro presa de las divagaciones de la gran Señora.
Meditabunda, bebo un sorbo de café mientras leo algunas notas de las postales que me envía de los destinos recónditos de mi ser, por donde anda viajando el Señor o señora, aún no sé qué es. Tal vez debiera empezar por allí.
–
¿La mente tiene género? ¿Tiene personalidad?, ¿si podemos ser su amo o es ilusorio el asunto?
De ser así, ¿Por qué no me hace caso la hija de …?
- Otro sorbo al café
Ya sé que nada es suficiente, nunca nada. Nada nunca.
Por ello las tumbas están llenas de claveles, porque representan la tristeza de no darnos cuenta en vida de lo mucho que no dijimos al que se va. Por eso me gusta tomar cafés con gente nueva, porque puedo admirarles un momento, un efímero momento y es mi tributo a ellos; el que nadie les dará.
Fui yo así, yo quien les amo por completo, aunque solo fue un momento.
No daré, por tanto, ningún clavel.
–
¡Tengo un síndrome que mezcla el déficit de atención con el desinterés absoluto por las idioteces!
¡Bueno, hoy no sale un carajo del cerebro!
–
México
México, creo en ti
En tu gente, en tu grandeza
En tu gloria, en tu simpleza
Tu gente es tu fortaleza
Regados por el mundo
Nacemos donde sea
Erguidos y orgullosos
Soportamos los tenebrosos vientos
Porque somos la tormenta
Tormenta mexicana
Siempre buena, alegre y perfumada
México, creo en ti
Porque te llevo dentro
Tú vives en mí
– Nazareth Black
Otro dialoguillo
-Yo. ¿Yo poeta? Hazme el reverendo favor
-También yo. De poeta y loco todos tenemos un poco querida, bueno, nosotras un tanto más mujer, ¡hazte a la idea!
… Bebo otro sorbito de café esperando paciente a que termine el lapsus poético.
–
Diálogo mientras suenan las teclas de la capitalista Mac, que tantas satisfacciones me da: clac, clac, clac
Título: Industria automotriz: de la globalización a la regionalización: la historia de América del Norte: México, EE. UU. y Canadá…
– Yo. Piensa Nazareth, piensa; maldita sea contigo. Concéntrate te digo
– También yo. ¡Que te digo que no!, que hoy salgo sola, no me esperes.
–
Todo se puede
Todo se vale
Todo se olvida
–
Nefasta
Nefasta tú
Nefasta moralidad
Que invisible has vuelto al ser, lo engañas y seguramente te ríes a sus espaldas.
Pobre ser, condenado a deambular por su paso en su propio tiempo, se consume a sí mismo creyendo ser feliz.
Creación mental sin elección que cobraste vida y te volviste más monstruosa que la idea original de tu mismo creador.
Minas la vida misma vendiendo absurdos de puerta en puerta, de ser en ser.
¿Lealtad? La más absurda de todas tus armas.
Compromiso?, el más cruel de todos tus engaños.
Todos te creímos verdad y aquí vamos como zombies, alimentándonos unos de otros, el muerto del vivo, hasta que no quede ninguno.
Juicio y culpabilidad son tus alimentos, somos el campo que cosecha para ti a manos llenas.
Que inteligente ser, te disfrazas de ángel y tontamente se nos olvida qué hay ángeles de muerte, tú eres el más mortífero de ellos.
Pobres, pobres, todos porque no veo la luz, no hay túnel, no hay, lo busqué y no hay.
Mi única escapatoria es adelantarme en el camino, o ser una maldita; así se llaman quienes te abandonan.
Y, aun así, te brindamos alimentos, un tazón de culpabilidad.
–
Todo esto en 15 minutos
Para quienes me preguntan.
Así me funciona el hámster de la cabeza.
Con La donna de fondo
Buen domingo
Nazareth Black

